Reflexión
- La fiesta de Adviento significa la espera del Señor, en donde nosotros encendemos unas velas para representar la LUZ Y VIDA del Señor Jesús, aunque esto no haya empezado con los cristiano, sino con los paganos; aún así la representación que le estamos dando a esta corona ya mencionada es grande y muy fuerte.
- Es, sin duda, un
hermoso signo que expresa la alegría que se vive en este tiempo de preparación a
la Navidad. Esta corona se confecciona con ramas verdes, pero sin flores. El
ideal es que la base sea de un material sólido para que se puedan colocar las
velas sin que se caigan. Recuerden que se usan cuatro velas de colores vistosos
(litúrgicamente pueden ser tres moradas y una color fucsia para el tercer
Domingo de Adviento) que se van encendiendo, una a una, cada Domingo hasta
completar las cuatro semanas. La luz de cada vela nos va indicando el camino que
debemos recorrer hacia la luz plena de la Navidad. La luz ilumina, nos aleja del
miedo, de los peligros, es símbolo de Jesucristo Luz del mundo, Luz de las
naciones.
En la Corona de Adviento se simboliza la esperanza de que la luz y la vida
triunfarán sobre las tinieblas y la muerte. La pedagogía de este signo es, sin
duda, una verdadera presencia del Señor en nuestro hogar.